“Queridos hijos, mientras mis ojos os miran, mi alma
busca almas con las cuales desea ser una sola cosa, almas que hayan comprendido
la importancia de la oración por aquellos hijos míos que no han conocido el
Amor del Padre Celestial. Os llamo porque tengo necesidad de vosotros. Aceptad
la misión y no temáis: os haré fuertes. Os llenaré de mis gracias. Con mi amor
os protegeré del espíritu del mal. Estaré con vosotros. Con mi presencia os
consolaré en los momentos difíciles. Os gradezco por vuestros corazones
abiertos. ¡Orad por los sacerdotes! Orad para que la unión entre Mi Hijo y
ellos sea lo más fuerte posible, para que sean una sola cosa. ¡Os doy las
gracias! ”