“Queridos
hijos! También hoy el Altísimo me permite estar con ustedes y guiarlos por el
camino de la conversión. Muchos corazones se han cerrado a la gracia y han hecho
oídos sordos a mi llamado. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra las
tentaciones y contra todos los planes malvados que el diablo les ofrece a
través del modernismo. Sean fuertes en la oración y con la cruz en las manos,
oren para que el mal no los utilice y no venza en ustedes. Yo
estoy con ustedes y oro por ustedes. Gracias por haber respondido a mi
llamado.”